5 claves para crear un modelo de datos limpio y eficiente en Power BI

5 claves para crear un modelo de datos limpio y eficiente en Power BI

5 claves para crear un modelo de datos limpio y eficiente en Power BI

Crear un modelo de datos eficiente en Power BI no solo incrementa el rendimiento del informe, sino que también simplifica su mantenimiento, facilita su escalabilidad, mejora la comprensión para otros desarrolladores o usuarios. Contar con una estructura bien diseñada permite tomar decisiones de forma más ágil y precisa, evitando obstáculos innecesarios en el proceso.
En esta publicación, te compartimos cinco recomendaciones fundamentales para mantener tu modelo de datos ordenado, optimizado y alineado con las mejores prácticas en Power BI.

1. Optar por un modelo en estrella

El modelo en estrella es una de las estructuras más recomendadas para desarrollar dashboards en Power BI. Este enfoque se basa en una tabla central, conocida como tabla de hechos, que almacena los datos principales del informe, como por ejemplo las ventas de una empresa.
Rodeando esta tabla se encuentran las tablas de dimensiones, que contienen información contextual o descriptiva, como los datos de clientes.

La relación entre la tabla de hechos y las de dimensiones se establece mediante un identificador único (clave), lo que permite, por ejemplo, aplicar filtros por cliente desde la tabla de dimensiones sin complicaciones, accediendo así a detalles como nombre o edad.

2. Importar únicamente los datos necesarios

Cargar demasiada información en un informe puede perjudicar la experiencia de usuario. Al incluir datos que no se utilizarán, se ralentiza la carga del modelo, las medidas tardan más en calcularse y los gráficos se vuelven más pesados.
Una buena práctica consiste en filtrar los datos desde el origen o en Power Query, limitando el conjunto de datos a lo estrictamente necesario. Por ejemplo, si solo se analizarán los dos últimos años, no tiene sentido cargar datos de una década completa.
Este tipo de optimización puede transformar un informe lento en uno ágil, mejorando significativamente su usabilidad.

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3. Reducir al mínimo el número de columnas

Agregar muchas columnas al modelo puede generar dos problemas principales:

  • Dificultad de lectura: Las columnas duplicadas, irrelevantes o mal nombradas dificultan el desarrollo del informe y pueden provocar errores o malentendidos.
  • Rendimiento del modelo: Cada columna adicional consume memoria y aumenta el tamaño del archivo, haciendo que la actualización del modelo sea más lenta.

Eliminar lo innecesario no solo mejora la claridad, sino también la eficiencia del modelo.

4. Realizar cálculos en Power Query siempre que sea posible

Diferenciar entre cuándo usar una medida DAX y cuándo crear una columna calculada es crucial para el rendimiento.

Las medidas DAX se recalculan cada vez que se actualiza un gráfico, ya que dependen del contexto del usuario. En cambio, si el cálculo es fijo y no cambia según filtros o segmentaciones, es preferible realizarlo en Power Query o como una columna calculada.

Por ejemplo, extraer el año de una fecha es un valor que no cambiará, por lo que no tiene sentido convertirlo en una medida DAX. Este tipo de precálculos ayuda a reducir el esfuerzo computacional durante la visualización.

5. Establecer un sistema de nombres claro y mantener el orden

Tener un modelo ordenado y con un sistema de nombres coherente facilita el mantenimiento y la colaboración entre desarrolladores. Para lograrlo, se recomienda:

  • Asignar nombres claros y descriptivos a tablas, columnas y medidas.
  • Ocultar aquellos elementos que no se usan en el informe para reducir distracciones.
  • Organizar las medidas dentro de carpetas y subcarpetas para facilitar su localización.

Una estructura bien definida no solo mejora la experiencia del desarrollador, sino también la calidad y escalabilidad del proyecto.

Poner en práctica estas cinco recomendaciones puede transformar significativamente la calidad de tus desarrollos en Power BI; cada aspecto suma para lograr un resultado más eficiente.
Un modelo bien diseñado no solo mejora la experiencia del usuario, sino que también facilita un trabajo más ágil, claro y sostenible a largo plazo. La clave está en apostar por la simplicidad, la organización y un enfoque centrado en lo realmente importante.